
Cuando llega un bebé, todas las miradas suelen dirigirse a la mamá. Y aunque las primeras rutinas parezcan girar en torno a ella, la presencia del padre es igual de esencial desde el comienzo. Su apoyo alivia el día a día y fortalece el bienestar emocional de ambos padres.
Y aunque el cansancio sea real, los beneficios también lo son: existen estudios que comprueban que los bebés duermen mejor, las mamás se sienten más sostenidas y los padres descubren una conexión profunda con sus hijos.
En este artículo te diremos cómo los padres pueden tener una participación activa en la lactancia, el sueño y la crianza compartida de tu pequeño.
Es cierto, solo mamá puede amamantar, pero eso no significa que papá quede fuera del equipo. De hecho, la lactancia funciona mucho mejor cuando se vive en pareja: ella alimenta, y él acompaña, apoya y hace que todo fluya con más calma.
Según un estudio de Pediatrics (PMC), las actitudes del papá influyen directamente en el éxito de la lactancia: Las parejas que decidieron amamantar de común acuerdo tuvieron muchas más probabilidades de iniciar y mantener la lactancia, con más del doble de posibilidades de continuarla durante las primeras semanas.
Aquí te dejamos una lista de consejos para estar activamente presente durante la lactancia:
- Organización de la leche: si mamá extrae, papá puede etiquetar y congelar la leche materna, asegurarse de que los biberones estén limpios y listos, o revisar el espacio en el congelador.
- Detective de recursos: busca artículos confiables, grupos en línea o reuniones locales sobre lactancia para resolver dudas juntos. A veces, encontrar la información correcta a tiempo es el mejor apoyo.
- Cuidar la postura: ayudar a mamá a acomodarse de forma cómoda durante las tomas (un buen cojín, una manta, encontrar una buena postura de lactancia) puede evitar molestias y mejorar la experiencia.
Lee todo sobre las posturas para amamantar en esta guía completa.
- Clases presenciales: muchos centros de lactancia ofrecen clases prenatales o posparto donde los papás también son bienvenidos. Entre más información tengas al respecto, mejor.
Cuando llega un recién nacido, las noches se dividen entre tomas, arrullos y despertares que parecen no tener fin. Te compartimos las siguientes prácticas para hacer de la hora de dormir un trabajo en equipo:
- Crear rutinas nocturnas juntos: un baño, un masaje suave, una canción o un cuento le ayudan al bebé a relajarse y a entender que llega la hora de dormir. Además, esos momentos se vuelven rituales preciosos que unen a la familia.
- Atender despertares que no requieren alimento: si el bebé solo necesita consuelo o un cambio de pañal, papá puede encargarse. Así, mamá descansa un poco más y todos ganan.
- Promover prácticas de sueño seguro: Según un estudio publicado en Pediatrics, los padres comprometidos también influyen en que el bebé duerma de forma más segura al tener el doble de atención. Asegúrate de colocar al bebé boca arriba, en una superficie firme y sin objetos sueltos, como peluches o cobijas. Esto reduce riesgos y aumenta la seguridad durante el descanso.
¿Quieres más información sobre las rutinas de sueño para recién nacidos? ¡No busques más! Aquí te damos una guía completa.
Aunque parezca que los recién nacidos solo tienen necesidades básicas, la realidad es que sienten y recuerdan mucho más de lo que sospechamos a simple vista. Esto significa que estar presente para los peques desde el inicio sí tiene un impacto positivo en los bebés.
El famoso contacto piel con piel (también conocido como método canguro) no es solo una imagen tierna: tiene efectos reales en el bienestar de los recién nacidos. En las primeras horas de vida, colocar al bebé sobre el pecho del padre puede ayudarle a sentirse más tranquilo, a regular su temperatura y a dormir mejor.
De hecho, los estudios muestran que:
- El contacto piel con piel con papá calma al bebé. En comparación con los recién nacidos que permanecen en una cuna, los que descansan sobre el pecho de su padre lloran menos, se duermen antes y se muestran menos agitados.
- El pecho del padre también reconforta. Si mamá necesita atención médica tras el parto, ese primer abrazo puede venir de papá: su piel, su voz y su calor ayudan al bebé a sentirse seguro y acompañado.
Participar activamente desde el inicio fortalece el lazo emocional entre padre e hijo. Además, los estudios muestran que los bebés con padres involucrados suelen desarrollar mayor seguridad emocional y mejores habilidades sociales a lo largo de su infancia.
En bebés prematuros, por ejemplo, los estudios en unidades de cuidados intensivos (NICU) han encontrado que aquellos con padres más involucrados presentan un mejor desarrollo a los tres años de edad.
Es importante reconocer que la paternidad trae sus propios cambios emocionales. Hoy se sabe que los padres experimentan variaciones hormonales y que la falta de sueño o el estrés pueden afectar su estado de ánimo. Si el padre no atiende su salud mental, el resto de la familia se ve afectada.
Si un papá se siente triste o sobrepasado por momentos, no está solo ni debe restarle importancia: buscar apoyo o hablar con un profesional puede marcar una gran diferencia para toda la familia.
Criar a un bebé es tarea de dos, y cuando ambos logran organizarse, ceder y acompañarse, la casa se convierte en un espacio más armonioso y feliz. Te dejamos unos últimos tips para considerar:
- Compartir las rutinas. Bañar, dormir o cambiar al bebé ayuda a crear un equilibrio familiar y a reducir el cansancio.
- Participar en los cuidados diarios. Preparar un biberón o acompañar la siesta son gestos que fortalecen el vínculo.
- Apoyarse emocionalmente. Escuchar y darse espacio también es una forma de cuidar.
- Crear momentos solo de papá y bebé. Pasear, leer o jugar juntos refuerza la conexión y la confianza.
Aunque muchas de las primeras tareas giren en torno a la madre, el papel del padre es igual de importante. Su presencia, su apoyo y su manera de acompañar hacen que cada etapa sea más llevadera, más compartida y, sobre todo, más amorosa. Cuando ambos padres se involucran desde el inicio, en la lactancia, el sueño y el cuidado diario, el bebé crece rodeado de calma, confianza y cariño.
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